Todo sobre el cuidado de las suculentas

Sedum

Esta especie suculenta almacena el agua (de riego y de lluvia) en sus hojas carnosas para así nutrirse de ella y florecer adecuadamente. Es un género de plantas crasas originario de México. Es capaz de crecer más allá del metro de altura. De mantenimiento mínimo y cuidados muy sencillos, resistentes y muy duraderos. 

Follaje perenne.

Tiene hojas perenne, quiere decir que se mantienen verdes durante todo el año, incluso en otoño, época en la que el follaje de las plantas se seca y se cae. Esta especie posee hojas carnosas que almacenan el agua y los nutrientes que necesita para crecer y florecer. Son enteras, planas y cilíndricas. El sedum florece en invierno y en primavera. Sus inflorencias son cimosas, con flores hermafroditas, de petalos balncos, amarillos o rosados y sepalos carnosos.

Aunque el sedum es una planta de mantenimiento mínimo, muy resistente y rústica, pero es igual que todas las plantas requieren un cuidado, solo es cuestión de dedicarle un poco de tiempo, para lograr un crecimiento espectacular y una floración muy bella. 

En general, todas las especies que conforman este género de suculentas necesitan una ubicación a plena luz (durante todas las estaciones del año). Además, las temperaturas deben ser suaves, pues no es capaz de tolerar el frío. 

Riegos moderados, sólo cuando el sustrato esté seco, al igual que las otras plantas, hay que asegurarse que realmente necesite el agua, pues le hace daño el encharcamiento de agua.

Se debe transplantar de forma periodica, cuando las racieces ya hayan ocupado todo el espacio disponible o si estas han cambiado de color. Para esto, corta las raíces en mal estado y usa una mezcla de compost y perlita.

Debes esperar una semana para regarla, una vez que haya sido trasplantada.

Cada 4 semanas debe abonarse con un abono líquido diluido en el agua de riego. 

Esta suculenta no suele ser amenazada por plagas, pero si hay una peste que la ataca y se llama la cochinilla, un insecto que se alimenta de su savia y daña sus hojas. También puede ser afectada por diversas enfermedades y no tener los cuidados adecuados en el cultivo, lo que puede causar un daño más común es la pudrición de las raíces, esto se debe a un exceso de agua o el marchitamiento de hojas como consecuencia de las corrientes de aire frío. 

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