Todo sobre el cuidado de las suculentas
Kalanchoe
Es una planta muy llamativa, principalmente por sus colores y lo atractiva porque son alegres, crecen pequeñas flores y no es difícil de cultivar al igual que las demás. Perteneciente de la familia Crasulaceae, es decir crasa o suculenta que son aquellas que en algún órgano tienen la habilidad de acumular agua y nutrientes, que le permite vivir cuando el agua se escasea o hay temperaturas muy altas. Es de hoja perenne y es perfecta para iniciarse en el mundo de la jardinería. Es una planta que llega a medir 30 cm y es semiarbustiva. Las raíces que no tienen un eje principal, ya que son fasciculadas, se desarrollan bien en un capa de sustrato de 20 a 25 centímetros.
Lo más favorable y habitual es que florezca en la primera y el verano, sus flores cuentan con distintos colores entre ellos el blanco, amarillo, rosa y rojo. Sus hojas son verdes y carnosas. Es valiosa para la decoración ya que es una planta muy atractiva, se puede hacer una composición con otras plantas, también es perfecta para lugares pequeños ya que ocupa poco espacio.
Una característica que hace que esta planta sea especial es que las flores se desarrollan en influencias, agrupando varias en un mismo tallo, que nacen en corimbos bien al final de los tallos o en las axilas florales. Esta suculenta, puede vivir en el exterior siempre que estén bien protegidos de los vientos y las heladas, con los cuidados adecuados.
Cuidados
Para el cultivo de esta planta es importante tener en cuenta 3 variables: la temperatura, la luz y el riego.
Temperatura: La temperatura perfecta es para esta suculenta es entre los 15 y 25°C.
Luz: Casi como en la mayoría de suculentas debe tener abundante luz del sol.
Riego: Es preciso que sea moderado, por ello deberá regarse cuando la tierra ya está seca. Evitar el acceso de agua es importante, porque si la regamos en exceso, la planta se debilita y dejará de tener un aspecto saludable.
Para prevenir que no se acumule el agua, hay que plantarla en un buen sustrato suelto y con un buen drenaje para impedir el encharcamiento. Las flores no deben mojarse, lo más recomendable es plantarla en maceta de barro, para lograr más transpiración y aceleración del proceso del exceso de agua.
Se recomienda trasplantar cada 2 años a una maceta más grande, lo que deberá hacerse al comienzo de la primavera.
Durante la primavera y el verano es muy importante abonar el kalanchoe y preferiblemente con un abono líquido especial para suculentas o una mezcla que tenga algo de contenido en potasio. Se deberá abonar al menos 2 veces al año. En lo que es la poda, será suficiente con retirar los tallos de las flores al final lo que conviene hacer cuando la planta esté más inactiva, normalmente a finales del otoño y principios del invierno. Cuando crecen en el interior si se dan las circunstancias adecuadas, la floración se extenderá durante casi todo el año.